Mientras el intervenido índice sigue dando a conocer niveles de inflación en los cuales nadie cree ya, los precios de la canasta básica de alimentos no han cesado de subir. En los últimos días, la papa, la carne y la lechuga han registrado subas que llegan al 300%.
El costo de vida "oficial" fue de sólo 0,5 por ciento en febrero último, en momentos en que arrecian las denuncias de consumidores por los aumentos de precios en distintos rubros. El alza fue impulsada en especial por la suba del 1,1 por ciento en alimentos y bebidas, según informó oficialmente el INDEK.
Lo cierto es que no nos pondremos a desglosar esta mentira descarada, es más importante decir que todo aumento de precios significa un duro golpe al bolsillo de la gente, especialmente de los sectores más desprotegidos, como los trabajadores que menos ganan y los jubilados.
La escalada en los precios no se detiene. En los últimos días se volvieron a registrar fuertes incrementos en el precio de la papa, la lechuga y la carne, productos muy sensibles en la producción. En sólo 48 horas el valor de la papa aumentó entre un 50 y 60 %. La mutación de los valores -siempre hacia arriba- de los productos que componen la canasta básica de alimentos no se detiene; como tampoco el asombro de los consumidores que son testigos -y víctimas- de costos que fluctúan siempre en detrimentos del que menos gana.
Los productores justifican los incrementos en las malas condiciones climáticas que se registran en todo el país. Pero. aún así... lluvia e inundaciones ha habido siempre y no por eso los precios tendieron a subir de esta manera.
Sabido que toda suba de los alimentos impacta directamente en el bolsillo de los trabajadores, quienes día a día ven como sus ingresos son devorados velozmente por la inflación. A su vez, esto repercute en otros puntos de la cadena comercial, como los almacenes, quienes han visto disminuir sus ventas en el transcurso del último mes. Las principales razones: el que éstos no ofrecen posibilidades de financiamiento (como las tarjetas de crédito), pero también el hecho de que muchas familias se ven en la necesidad de recortar sus gastos diarios para poder llegar a fin de mes.
Y mientras tanto parece que tenemos un gobierno que ni siquiera registra el tema. O para peor, lo niega o le echa la culpa a la oposición... como si la población no tuviera capacidad de discernimiento.
Una familia necesita $ 1.195 para no ser pobre
En Paraná, una familia tipo necesitó en enero ganar $ 1.195 para no caer por debajo de la línea de la pobreza, según informó la Dirección de Estadísticas y Censos. Eso representa una variación del 30 % con respecto al mismo mes del año 2007, cuando para superar esta barrera se requerían sólo $ 906. El límite de indigencia se ubicó en los $ 574,86.
La canasta básica total (CBT) está compuesta por un conjunto de alimentos y servicios básicos necesario para la subsistencia de un grupo familiar integrado por un matrimonio y dos hijos. En enero del año pasado, el guarismo indicaba que se precisaban $ 906,58 y en junio del 2007 ya se requerían $ 1.003,62.
Es importante mencionar que dentro de esta "canasta básica" se ignoran muchisimos gastos necesarios para el sostenimiento de una familia, mientras que los precios son calculados en base a un promedio que a veces se alejan de los montos reales. En síntesis, y sin temor a equivocarnos, podemos decir que la canasta básica es aún más alta de lo admitido.
Debería darnos verguenza contar la cantidad de familias que no llegan a tener este ingreso mínimo por mes. Y estamos hablando de lo necesario para no ser pobres!!! Nada de lujos, mansiones o grandes yates... únicamente lo necesario para que una familia pueda vivir en condiciones dignas.
Así y todo, mucho peor es que un gobierno manipule deliberadamente las estadísticas oficiales para ocultar el crecimiento de la pobreza y la indigencia en nuestra Argentina.
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