viernes, 26 de junio de 2009

Encuestas y especulaciones de café

En un artículo publicado en Página Política en los últimos días, se explica detalladamente la estrategia de Busti para evitar que el Acuerdo Cívico y Social gane las elecciones y se quede con tres bancas; estrategia que, dicho sea de paso, es admitida por los bajos por los propios militantes del Partido Justicialista.

La incógnita es la siguiente: por qué razón el oficialismo busca despolarizar la elección –levantando al socialismo y a PRO- cuando con una polarización se aseguraría las tres bancas, aún ganando por poco al Acuerdo Cívico y Social.


Si la elección se polariza, el que gana llevaría 3 diputados y el segundo 2. Si, en cambio -como muestran los encuestadores que en la última década han trabajado para el justicialismo- aparece un tercero en disputa, todo se complica.


De hecho, esa es la conclusión central de los primeros pronósticos más generales que dieron a conocer las encuestadoras de Robustelli y Remedi: hoy el PJ estaría reteniendo sólo 2 de las 3 bancas que pone en juego. Esto es así porque aparece una tercera fuerza –para una encuesta el Partido Socialista, para la otra Unión Pro- que le sacaría una banca.


Para abonar la hipótesis conspirativa de los radicales, los primeros números redondos de las encuestas coinciden con lo que había anticipado hace dos semanas el ex gobernador Jorge Busti.


¿Por qué sirve al PJ levantar a socialistas y macristas? Porque ambas fuerzas le restan votos al Acuerdo, unos por izquierda, otros por derecha. Instalar la idea de que puede entrar un diputado de PRO o del Partido Socialista despolariza.


¿Por qué sirve al PJ instalar la idea de que se despolariza la elección? Para limitar el voto útil, el voto castigo a Kirchner o a Urribarri o a Halle. La idea de que los 10 puntos de diferencia que, según las encuestas saca el PJ al Acuerdo, son indescontables y alienta el voto por convicción.


Con más razón si se estimula la posibilidad de que pueda entrar un diputado opositor, por izquierda o por derecha. Es una alternativa para el elector anti K: si no le gustan las 35 mil hectáreas de Atilio Benedetti, o el perfil poco democrático de Jorge Chemes, o la cara de Hilma Ré, ahí tiene la oportunidad de votar a un socialista o a un macrista. Por izquierda o por derecha, su voto por convicción quizás hasta no se pierda y se traduzca en una banca opositora más.


¿Para qué sirve al PJ instalar la idea de que está perdiendo un diputado, que le están faltando algunos puntos para retener las tres bancas? Para incentivar a la militancia, para ponerle un objetivo a superar que no suponga una situación de debilidad: no se pone en dudas la posibilidad de una victoria, lo que se plantea es ganar por más diferencia.



En suma, café de por medio, la teoría de las encuestas como parte de una estrategia electoral alienta los ánimos de algunos radicales que se ilusionan con las chances de Benedetti. Sin embargo, no se atreven a dar a conocer sus propios sondeos.


Pablo Bizai
De la Redacción de Página Política

domingo, 21 de junio de 2009

Spot del Acuerdo Cívico y Social "Asumí"



Prat Gay + Gil Lavedra + Carrió

sábado, 20 de junio de 2009

Otra vez la misma película. Otra vez la interna peronista

Alfonso Prat-Gay: "Aerolíneas debe ser estatal"


El candidato del Acuerdo Cívico y Social se metió en la pelea entre el kirchnerismo y el PRO y cruzó a Macri. Afirmó que sería "un error volver atrás" reprivatizando la empresa y sostuvo que el jefe de Gobierno busca desviar la atención "de las promesas que no cumplió".

Rezagados en la recta final

Crece la tensión interna en el PROperonismo y el Acuerdo Cívico y Social ante el cierre de la campaña. ¿Estarán todos en la última foto?

Los cierres de campaña del PROperonismo y el Acuerdo Cívico y Social (ACyS) –en Capital y provincia de Buenos Aires– estarán marcados por el mismo rasgo distintivo: en ambos casos quedarán expuestas las fisuras internas de los espacios que aspiran a liderar la oposición en el Congreso Nacional.

El sector que encabezan Francisco de Narváez y Mauricio Macri apuntará a finalizar su campaña proselitista sin exponer demasiado a Felipe Solá, tema por el cual todavía no se pudieron poner de acuerdo respecto de hacer un acto de cierre conjunto Capital Federal y provincia.

El espacio que lidera Elisa Carrió llegará al 28 sin lograr la foto con el vicepresidente Julio Cobos junto a los máximos referentes del espacio. La estrategia elegida por el ACyS, que buscará darle pelea a Néstor Kirchner en la provincia de Buenos Aires, implicará una gira que pasará por el conurbano bonaerense, Las Flores, Junín, Necochea y Mar del Plata, entre otros lugares, cuya principal consigna será apuntalar la idea de que después de las elecciones el PJ se reunificará. Pero esa gira dejará dudas.

El lunes, en Junín, podrán verse algunas de las heridas abiertas dentro del ACyS. Cuando Margarita Stolbizer, Ricardo Alfonsín y Mario Barbieri arriben al territorio comandado por el intendente cobista Mario Meoni, no habrá recibimiento oficial. Es que Meoni no puede ocultar su enojo por el hecho de que le bajaran las listas colectoras en las que postulaba a sus propios candidatos a concejales. Ese enojo hizo que Carrió no dudara a la hora de decidir quedarse en Capital, aunque sí irá a otros destinos como Mar del Plata.

Cobos está jugando su propio partido. Luego de que sus aliados lo criticaran por sacarse fotos con De Narváez y no hacer campaña con radicales y lilitos, se instaló en Mendoza, donde apuntalará a sus candidatos y a sus propios sueños de ser presidente en 2011. De esta forma quedará abortada la intención de Carrió de que Cobos haga campaña con los candidatos del Acuerdo Cívico y Social, aunque la semana que viene el vicepresidente se abrazará con Ricardo Alfonsín.

El ACyS cerrará su campaña proselitista el jueves con un acto en el auditorio Buenos Aires, en Recoleta, que encabezarán Elisa Carrió y Gerardo Morales junto a los candidatos que el espacio llevará en la provincia de Buenos Aires y en la Ciudad.

El PROperonismo, por otro lado, enfrentará problemas similares. Mientras que la campaña en el interior de la provincia cerrará hoy con un acto en Tandil que encabezarán Macri, De Narváez y Felipe Solá, queda por definir qué sucederá en el conurbano y en la ciudad de Buenos Aires.

Sucede que a medida que uno se acerca a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, las voces que se alzan contra el protagonismo de Solá y de su apego a las tradiciones peronistas se oyen con más fuerza. Por eso, una de las estrategias de campaña fue separar lo más posible a la primera candidata a diputada nacional y ex vicejefa de gobierno, Gabriela Michetti, del peronismo bonaerense.

Esta dicotomía permanente entre PRO y peronismo hizo que se cayera la idea de hacer un cierre de campaña el jueves en el Luna Park, tal como lo hará Kirchner el lunes. “No se imaginen un cierre con bombos peronistas”, aseguró a este diario una fuente cercana a De Narváez. Al cierre de esta edición, los operadores del PROperonismo decidían entre dos posibilidades: hacer cierres simultáneos en provincia y Capital o protagonizar una foto con los principales candidatos juntos en ambos terrenos.

Así las cosas, las principales fuerzas de oposición se enfrentan a una semana que dejará no pocos heridos.

Fuente: Crítica Digital

Deseperado, Kirchner apuesta al "abrazo del oso" frente a De Narváez

A siete días del 28 de junio, los pronósticos electorales comienzan a volverse cautelosos: hasta las enloquecidas brújulas de los encuestadores cautivos de la demanda oficialista parecen normalizarse, apuntan a resultados plausibles amparados, en todo caso, por el bendito “error muestral”. Ya no se escuchan vaticinios como el de Artemio López, que Horacio Verbitsky difundia el 12 de abril en su columna de Página 12: “Kirchner es imbatible en el conurbano”, ni otros que garantizaban al ex presidente,en el conjunto de la provincia, ventajas de entre 7 y 12 puntos (Zuleta Puceiro, Ibarómetro). Ahora todos coinciden en que “ha habido variaciones”, que vale la pena “observar con atención” esos cambios, porque, en fin, las chances del oficialismo y las del peronismo disidente que encarna la dupla Francisco De Narváez-Felipe Solá se han empardado, en un paisaje general de polarización.

Seguramente hoy, primer día del invierno, se difundirán varias nuevas encuestas y allí se confirmará ese diagnóstico: paridad entre el oficialismo y Unión-Pro, basada tanto en una leve caída de Kirchner como en un ascenso de De Narváez, que tiende a concentrar la mayoría del voto opositor, a expensas, en primer lugar, del panradicalismo que en territorio bonaerense encabeza Margarita Stolbizer. Artemio López anticipa los efectos de manera críptica, tal vez para no ofender más a sus amigos del oficialismo: “La clave es la evolución del Acuerdo Cívico que hoy mide 20 por ciento. Si crece o se estanca, la ventaja del FPV es consistente. Si cae, el escenario es indecidible”. ¡¿Lo qué?!

Otro analista lo expone más clarito: “Un dato relevante que sabrán interpretar en Olivos será el porcentaje que recoja la boleta de Margarita Stolbizer: si se encoge por debajo del 20 por ciento, Kirchner sabrá anticipadamente que él es la segunda víctima de ese achicamiento, porque los votos opositores que emigran de Stolbizer aterrizan en la boleta de Unión-Pro”.

Seguramente para abortar ese proceso el gobierno ensaya desde el viernes en distrito bonaerense la clásica táctica del abrazo del oso: Aníbal Fernández, Carlos Kunkel y Florencio Randazzo, los tres mosqueteros más obedientes con que cuenta Néstor Kirchner, se lanzaron a insinuar que a partir del lunes 29 el kirchnerismo y la disidencia peronista “se reunificarán” y tratarán alrededor de una mesa sus “asuntos de familia”. El Señor de Olivos y sus lenguaraces saben como nadie que ante el electorado independiente pocas cosas son más –usando un término de Juan Perón- “piantavotos” que las relaciones con el oficialismo, de modo que procuran impregnar con ese fluido a sus adversarios de la disidencia peronista para darle una mano a Stolbizer, que a esta altura se ha vuelto el irónico modo como Kirchner cree poder ayudarse a sí mismo.

El ejemplo de Binner iluminó a Kirchner

En rigor, a Kirchner se le ocurrió esa maniobra cuando registró el éxito que empezó a darle ese argumento a los socialistas santafesinos de Hermes Binner. Carlos Reutemann venía punteando cómodo en las encuestas hasta que el gobernador Binner intervino en la campaña para sostener a su candidato, Rubén Giustiniani. Lo hizo atacando a Reutemann por su pasada gestión en la provincia y, sobre todo, deslizando la idea de que existe un pacto clandestino entre el Lole y el oficialismo nacional. A partir de allí, Giustiniani empezó a descontar diferencias y hoy algunas encuestas hasta lo imaginan ganador.

Kirchner ya da por perdida la provincia de Santa Fé (como Córdoba, Capital y Mendoza), pero que los socialistas le ganaran a Reutemann lo haría extremadamente feliz. Reutemann está dispuesto a dedicar todo el último tramo de la campaña a remarcar inequívocamente que no hay reconciliación posible entre él y los Kirchner. Sabe que la energía que ponga en esa diferenciación es la clave de su posible triunfo.

Aún mayor satisfacción que ver derrotado a Reutemann sería para Kirchner conseguir que la Coalición Cívica alcance más del 20 por ciento de los votos el domingo próximo: eso le daría réditos directos.

Si bien se mira, Elisa Carrió y muchos de los candidatos cívicos bonaerenses se cansaron de asegurar que “Kirchner y los peronistas disidentes son lo mismo”. A diferencia de Santa Fé, donde el liderazgo socialista consiguió darle cierta credibilidad a ese argumento, en el distrito bonaerense ese razonamiento no resultó verosímil. Ahora, el kirchnerismo, con declaraciones de tres de sus funcionarios peor mirados, procura ofrecerle algunos flecos de plausibilidad: habrá que ver si consigue llegar más allá de las mentalidades conspirativas. “Con el kirchnerismo no vamos ni hasta la esquina”, se encargó de aclarar De Narváez, por si acaso.

No es lo mismo intención que votación

Se espera que la consultora Poliarquía, que fue la primera de las mayores en revelar el escenario de polarización (y la primera que le concedió a De Narváez el primer puesto en Buenos Aires), revele el primer domingo del invierno su nuevo estudio: seguramente habrá menos indecisos que en su registro anterior, probablemente confirmará las tendencias que dio a conocer una quincena atrás. No es una hipótesis peregrina, cuando todas las consultoras que daban ganador a Kirchner admiten ahora que la tendencia se invirtió.

Quizás para palpitar los resultados del 28 haya que mirar un poco más hondo: las elecciones difieren de las encuestas en varios aspectos. El principal, los comicios se asientan en organizaciones políticas. Otro: para votar en la elección es necesario ir al recinto de votación, lo que requiere una voluntad y una decisión. Las mismas encuestas revelan que hay sectores signitificativos que dudan a esta altura si votarán o se quedarán en su casa.

En este punto, De Narváez parece más vulnerable que el oficialismo, ya que las encuestas que estudian esos comportamientos indican que los más propensos a no votar se encuentran en las franjas de edad más jóvenes (18 a 25 años; menores de 40), que son justamente los segmentos generacionales en los que Unión-Pro consigue los mayores respaldos. De Narváez tiene que luchar tanto contra la dispersión del voto opositor, como contra el descreimiento que alimenta el escepticismo y la no participación electoral.

Luego está el fantasma de las maniobras ilegales: “La incidencia del fraude puede estar en el orden de los 4 puntos”, dicen los especialistas. De allí la necesidad de superar ese margen. “Tenemos que llegar a seis puntos de ventaja para que no nos puedan ganar ni haciendo fraude”, le confiaron al diario Clarín asesores de De Narváez que, según sus propias encuestas, se consideran –una semana antes del 28- ganando por 3,7 puntos.

El domingo 28 habrá pasado el momento de las encuestas. Será el tiempo de las urnas, la hora de la verdad. A partir de allí, empieza otro ciclo.

Un domingo negro para Néstor Kirchner

Poliarquía, Managment & Fit y hasta el diario Perfil, analizan difundir mañana sondeos que confirman la existencia de un empata entre Néstor Kirchner y Francisco de Narváez, con una agravante para el ex presidente: la mayoría de los indecisos se estrían volcando hacia el empresario. El riesgo Teherán y porqué Kirchner se equivocó.

Ya casi resulta imposible encontrar algún oficialista entusiasmado. Todos los sondeos serios hablan de un virtual empate entre Néstor Kirchner y Francisco de Narváez, cuando no directamente de una victoria del empresario.

Mañana Poliarquía podría publicar en tapa de La Nación otra de sus encuestas exclusivas para ese diario, que en este caso, ampliaría la ventaja a favor de Francisco de Narváez casi a cinco puntos. En tanto que Clarín avanzaría con un trabajo de Managment & Fit que revela un empate técnico, ubicando al ex presidente apenas unas décimas por encima del empresario.

También se habla de un extenso trabajo del diario Perfil que revelaría que De Narváez está entre dos y tres puntos por sobre Kirchner. Se tratan de versiones que mañana se dilucidarán, pero que no dejan de abonar una misma tendencia: Kirchner está estancado y De Narváez crece.

Pero no es este el dato que más preocupa a la Casa Rosada, sino la proyección de los indecisos que, según sostienen los trabajos de numerosos encuestadores –incluso los que trabajan para la Casa Rosada-, estarían inclinándose mayoritariamente en contra de Néstor Kirchner.

El otro dato que ya parece irreversible, es la polarización de la elección, hecho político que destroza la estrategia inicial del kirchnerismo que apostaba a una elección de tres tercios, en la que el oficialismo hiciera pesar el aparato del PJ bonaerense para descontar una diferencia grande.

Finalmente, todo indica que está prevaleciendo el “voto útil” en favor del empresario, para martirio del Encuentro Cívico y Social de Margarita Stolbizer y Ricardo Alfonsín.


El riego Teherán y una estrategia equivocada

Esta paridad, de mantenerse no presagia un 28 a la noche tranquilo. En cualquier desenlace de paridad, ya sea que Kirchner se imponga por un par de puntos; o que sea De Narváez quien triunfe por un porcentaje módico; no resulta descabellado imaginar que el bando perdidoso denuncia fraude.

Sectores kirchneristas ya anunciaron movilizaciones a TN y Plaza de Mayo para “garantizar el triunfo”, como anticipó La Política Online. Y la propia convocatoria ya anticipa el discurso, si pierden seguramente se mencionará una gran conspiración de Clarín, los grupos de medios concentrados, Techint y porque no, hasta el Departamento de Estado.

Del otro lado, no hay que esforzarse en buscar la lectura: el propio De Narváez está hablando de la posibilidad real de guarde y pide estirar la ventaja al menos 6 puntos para neutralizarlo.

Como sea, lo que el escenario deja en claro es que fue pésima la estrategia electoral de Néstor Kirchner. Se equivocó en su candidatura que ahora ente una posible derrota generará un gran costo al gobierno de su mujer. Error que profundizó al convertir en un “plebiscito” sobre la gestión una simple elección parlamentaria de medio término. Y que terminó de embarrar con las famosas “testimoniales” que no aportaron otra cosa que ruido y amenazan con incinerar el capital político del sucesor mejor planteado que tenía el kirchnerismo: Daniel Scioli.

jueves, 11 de junio de 2009

viernes, 5 de junio de 2009

Spots de campaña de UNION - PRO

Exploramos hoy dos de los spots de campaña que han salido al aire de Unión Pro (Macri, De Narvaez y Solá), uno de los cuales hace hincapié en la convocatoria y reclutamiento de fiscales.