martes, 9 de diciembre de 2008

Silencios y sinvergüenzas, sin límites

Por Jorge Daneri

Lo sucedido en la Cámara de Diputados de la Nación, en relación a la imposibilidad de dar tratamiento en sesiones al veto presidencial a la Ley de protección de glaciares, es más que lamentable, y ratifica el ejercicio hegemónico y autoritario del poder central, aunque ahora, en proceso de debilitamiento y caída libre, por contradictorio y funcional a las transnacionales multidiversas de la minería y el complejo de Alianzas de los agro-bionegocios, de algunos pocos.
Pero focalizando en los Diputados por Entre Ríos, no se puede entender, en principio, las razones que fundamentan - más allá del lamentable voto del Diputado Oficialista Calza de no apoyar la insistencia a favor de la vigencia de la Ley- la actitud de los legisladores ausentes.
Que en estas horas, en la coyuntura grave y delicada que vive el País, como informa la crónica de varios medios de comunicación, legisladores de Entre Ríos, oficialistas y de oposición, con supuestos discursos amigables con la sustentabilidad de la vida y la preservación del ambiente y la protección de sus aguas, no se encontraran en la H. Cámara baja, en tiempo oportuno, es una demostración más, que sus compromisos y convicciones, si las tienen, están en otro lado, y no donde el pueblo de la provincia, los distinguió para representarnos.
Se fue la Secretaria de Ambiente, fuertemente promovida por el ex y el actual gobernador de Entre Ríos, en alguna mínima medida, también por el tema en cuestión, sin embargo, parece ahora, ante el silencio de unos y otros, que la defensa del agua quedará en manos del poder presidencial y su familia, como sentencia inapelable de esta nueva forma de militancia política, donde el silencio y la ausencia representativa, nos deja como Dios nos trajo al mundo o desamparados, frente a más y más de lo mismo.
Existen silencios y ausencias que no hacen otra cosa, que debilitar más y más el perfil de las actitudes y conductas del "Estado Argentino" en estos tiempos, frente al máximo tribunal internacional de La Haya. Cada dicho, cada contradicción, cada mentira, cada trampa, son las mejores armas de Botnia, y en particular de los abogados de la Rca. Oriental del Uruguay. La sin-vergüenza de este gobierno y sus constantes cortesanos viajeros a la nada, no tiene ya límites.