sábado, 23 de mayo de 2009

El banquero Heller se hace el progresista para confrontar con Prat Gay

La falta de crédito interno para las pymes es uno de los puntos que más preocupa y conoce Carlos Heller. El presidente del Banco Credicoop y candidato a diputado kirchnerista propuso eliminar la ley de entidades financieras y sancionar una norma que obligue a los bancos a destinar parte de sus fondos a préstamos para el sector productivo.

Los bancos ofrecen hoy pocos créditos y a altas tasas. “Con intereses de base del 18% anual, sólo las grandes empresas pueden acceder a ellos”, explicó un asesor económico de un importante banco a La Política Online y calculó que hoy habrá unos $15.000 millones en impasse depositados en el Central con tasas poco rentables y que podrían ser destinadas a préstamos para inversiones productivas que promuevan la actividad y la economía. Para peor, las pymes, las pequeñas empresas que no tienen acceso al mercado financiero externo, en el interno sólo consiguen préstamos a tasas usureras del 24% al 30%. Nadie toma créditos con esos números. No se invierte y en época de crisis, la actividad se enfría hasta pararse.
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“Se necesita que en todo el sector bancario se bajen las altas tasas de los préstamos a la producción, porque ello demora la recuperación y el crecimiento económico”, sostuvo Heller. Para ello, “se requiere con prontitud la sanción de una nueva ley de fomento al crédito productivo, como parte de una reforma más profunda que rija la actividad de los bancos, para que todo el sistema financiero contribuya a los objetivos de recuperación y crecimiento que desean todos los habitantes”, enfatizó.

Con la ley de entidades financieras sancionada en la última dictadura militar, los bancos pueden hacer todo, salvo lo que esté expresamente prohibido. “Y le prohíbe muy pocas cosas –explicó una fuente del mercado- De esta manera, se les permite hacer todo en función de la rentabilidad y orientan créditos en función a ese cálculo”.

“El problema ahora es que los bancos están exageradamente líquidos. No dan préstamos en general y menos a las pymes”, contaron fuentes del sector a este medio y calcularon que del total de fondos que hay para créditos sólo el 12% se dirige a las pequeñas empresas.Y las diferencias entre las tasas pasivas (las que se paga el Banco a los depositantes) y las activas –spread financiero- están mucho más altas que en otros momentos. Heller hizo hincapié en los siguientes datos: “El consolidado de los balances de los bancos privados, publicado por el BCRA, muestra un resultado por intereses medido sobre activos del 2.4% en enero de 2007, el cual subió al 3.6% un año después, llegó al 6.2% en enero de este año, y a 5.4% en marzo último”. La manera en que cada banco usa sus fondos muestra claramente qué modelo de gestión posee. “Hoy están utilizando el spread financiero para compensar otros ingresos que cayeron como los ingresos por títulos públicos –explicó un asesor económico- Sobre todo los bancos de origen extranjero que deben por orden expresa de las casas matrices de mantener un nivel de liquidez extraordinaria y mantienen grandes depósitos en el BCRA”.

La estrategia contra Prat Gay

La idea de Heller con esta propuesta ganar el voto de sectores de centro-izquierda que miran con buenos ojos a Lilita Carrió.

La estrategia apunta a dos objetivos.

Por un lado, el candidato kirchnerista quiere forzar las definiciones económicas de Alfonso Prat Gay, cabeza de lista de la Coalición Cívica que hace unos días pidió volver al FMI. Busca que el ex titular del Banco Central y asesor de JP Morgan, uno de los operadores financieros que participó del polémico e investigado megacanje de Domingo Cavallo en 2001, salga al ruedo en el ámbito que más conoce y ahí, pierda parte de su electorado.

Pero por otro lado, busca demostrar que no es kirchnerista a libro cerrado. Y que no responde a los deseos unilaterales del ex presidente. Es que en su entorno saben que Néstor Kirchner irrita al electorado que quieren captar y prefieren mostrar a un Heller en estado puro. Sincero y tranquilo que se aleja del discurso intempestivo de “yo o el caos” y que tiene propuestas propias porque, como repitió hasta el cansancio, él defiende un modelo, no a un político.

Nota al pie: Evidentemente, los Kirchner no han tenido tiempo ni mayoría parlamentaria para derogar esta ley de la dictadura. Por eso, ellos o el caos. He dicho.

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