miércoles, 28 de octubre de 2009

Avancemos hacia un ingreso universal a la niñez

Por Alfonso Prat Gay (*)

El autor traza un recorrido histórico sobre la asignaciones estatales a los menores. Revela cómo funciona el sistema en el país y cuenta por qué debe implementarse la propuesta de su mentora y jefa política, Elisa Carrió.

El concepto de un ingreso mínimo para todos los ciudadanos (universal) es una vieja aspiración de muchas sociedades modernas. Ya en 1918 Bertrand Russell escribió que “un ingreso mínimo, suficiente para afrontar las necesidades, debería estar al alcance de todos los habitantes, independientemente de si trabajen o no”. Décadas antes, en 1872, también en Inglaterra, el sociólogo John Ruskin argumentaba que “el primer deber de todo Estado es que todo niño que nace sea bien alimentado, vestido y educado hasta alcanzar la mayoría de edad”. En 1948 la Declaración Universal de Principios de las Naciones Unidas estableció en su artículo 25 un concepto muy parecido al de un ingreso mínimo universal para enfrentar las necesidades básicas.

Durante el siglo XX varios ganadores del Premio Nobel de Economía (John Kenneth Galbraith, James Tobin, James Meade) suscribieron y alentaron la idea de un ingreso mínimo para todos. Hasta el liberal Milton Friedman coincidió con sus colegas en la necesidad de garantizar un ingreso mínimo, en su caso a través del impuesto negativo al ingreso, esto es, proponiendo que el Estado compensara monetariamente a quienes año a año quedaran por debajo de un mínimo no imponible.

Este consenso detrás del ingreso básico universal esconde, sin embargo, motivaciones bien diversas, recordándonos que las políticas públicas deben amoldarse a las épocas, a las circunstancias y a los valores que se intente defender. Friedman buscaba simplificar el Estado del bienestar surgido tras el New Deal de Roosevelt; Tobin aspiraba, a través de políticas anticíclicas, a que el ingreso y el consumo de los individuos no cayeran tanto en épocas de recesión; Galbraith quería compensar la injusta distribución del ingreso de las sociedades más afluentes como la americana, producto de las falencias del mercado. No menos audaz fue la argumentación de otro economista, Robert Theobald, quien en los años sesenta impulsó un ingreso universal para enfrentar el desafío de la “revolución cibernética”, que amenazaba con desplazar a toda la fuerza de trabajo, generando una crisis de “subconsumo”.

Estas ideas fueron permeando la discusión pública en la Argentina a partir de la década del cuarenta, y se tradujeron en mejoras palpables para los trabajadores, como las asignaciones familiares, la cobertura por medio de obras sociales y el aguinaldo, este último gracias al proyecto original del diputado tucumano por la UCR, don Fernando de Prat Gay.

Lamentablemente el debate tan rico y tan fructífero de aquellos años perdió fuerza con la degradación institucional de las últimas décadas. En este marco decadente, las políticas públicas no han encontrado respuestas a la creciente informalidad laboral y han recalado en el voluntarismo y el clientelismo como herramienta impotente (y perversa) para atender la exclusión social. La discusión actual en torno a una asignación universal por hijo nos brinda la oportunidad de devolverle a este debate el vuelo que se merece.

El concepto de ingreso a la niñez está veladamente incorporado en el sistema tributario y de beneficios sociales de la Argentina, aunque de una manera casi cínica. El país destina hoy $ 18.000 millones al año en salarios a la niñez, que varían según la condición laboral y la remuneración de los padres. La hija o el hijo menor de 18 años de un padre empleado formalmente con ingresos mensuales inferiores a los $ 4.800 recibe una asignación familiar de hasta $ 180 por mes.

Para niveles de ingreso superiores, los padres pueden deducir hasta $ 5.000 anuales por hijo de su declaración jurada del impuesto a las ganancias, lo que representa una exención impositiva (subsidio) de hasta $ 146 (el 35% de $ 5.000/12) por mes. Este sistema fue diseñado para un mundo de pleno empleo y en el que todos los empleos son formales. El mundo de cincuenta años atrás. En 2009 más de la mitad de los niños queda fuera de este sistema. Hace muchos años ya que este sistema clama por una reforma.

De los 12,2 millones de niños menores de 18 años que viven en la Argentina, alrededor de 4,3 millones tienen derecho a una asignación familiar que en promedio alcanza los $ 155 por mes (cuanto mayor el salario del padre, menor la asignación familiar). Hay 1,5 millones de chicos (algo más del 10%) cuyos padres reciben una deducción impositiva del orden de $ 146 por mes (esta asignación crece con el ingreso de los padres, paradójicamente). Fuera de la formalidad, existen 6,5 millones de niños que cuentan para el Estado en tanto y en cuanto alguno de sus padres tenga acceso a un plan del Ministerio de Trabajo o del Ministerio de Desarrollo Social. Como el gasto anual en dichos planes alcanza los $ 7.100 millones, podemos decir que, en promedio, los hijos de padres informales reciben alrededor de $ 90 por mes. Sabemos también que ésta es una estimación generosa ya que son muchos (millones) los que no reciben nada, y es mucho el dinero que queda en los bolsillos de los punteros.

La pregunta que debemos formularnos, entonces, es: ¿cómo logramos que estos 6,5 millones de chicos tengan beneficios similares a los de hijos cuyos padres están formalizados?

La respuesta de la política social de las últimas décadas es “démosles planes a los padres que los necesitan”. ¿Quién puede oponerse a semejante buena intención? Esto es exactamente lo que pide la Iglesia católica, en su saludable participación en el debate en los últimos días. Lamentablemente, detrás de esa buena intención se ha montado una estructura que usa a los pobres. Ellos no tienen el derecho a recibir lo que les corresponde, sino que son rehenes del puntero, piquetero, intendente o funcionario, que decide a quién si y a quién no. El dilema que enfrentan millones de argentinos es: saciar su hambre o conservar su dignidad. ¿Queremos, realmente, vivir en una sociedad en la que la tercera parte de la población enfrenta diariamente este dilema innecesario? La política debe dejar de usar a los pobres y diseñar un sistema que los libere de los punteros y les devuelva sus derechos y su dignidad. La única manera de lograrlo es unificando los distintos salarios a la niñez existentes en un único ingreso ciudadano universal para todos los menores de edad independientemente de la condición laboral de sus padres.

Ésta es la propuesta de Elisa Carrió y Elisa Carca presentada por primera vez en 1997. El ingreso ciudadano para la niñez (Incini) apunta a distribuir una suma de dinero uniforme, abonado con periodicidad mensual, cuyo acceso inicial no depende de prerrequisitos subjetivos sobre los beneficiarios directos (niños y niñas), ni sobre los padres o tutores. No se exige la demostración de que el beneficiario viva en condiciones de pobreza, o que los padres o tutores estén desempleados o que sean declarados incapaces. Esta incondicionalidad del ingreso no significa la eximir de responsabilidades. La principal es reforzar y complementar los rendimientos de otras políticas, debiendo cumplir como requisitos el control del embarazo, la asistencia sanitaria, cumplir con los planes de vacunación y la obligatoriedad de asistencia escolar.

La respuesta defensiva de la corporación política, tan temerosa de perder su negocio clientelístico con la pobreza, es que la universalidad del beneficio implicaría otorgarles un ingreso a millones de niños de padres afluentes. “¡Démosles sólo a los pobres!” gritan, repitiendo la estrategia de otras batallas épicas en las que supuestamente perseguían la libertad de expresión, mejores jubilaciones o la independencia respecto del FMI.

Lo que ignoran esas voces oficialistas es que los hijos ricos ya reciben un subsidio de parte del Estado. Prefieren ignorar, también, los elementos complementarios y distintivos de nuestra propuesta: el reemplazo del régimen de asignaciones familiares por el ingreso universal a la niñez y la eliminación de la deducción por hijo del impuesto a las Ganancias.

El Incini logra el doble objetivo de llegar a quienes debemos llegar –los niños pobres hijos de padres desempleados o informales– sin mejorar la condición de los niños que no lo necesitan.

Los niños ricos no ganan con el Incini. Ganan todos los otros niños y gana la sociedad igualando las oportunidades desde temprana edad. Hay numerosas variantes presupuestarias para financiar su costo, que representa menos del 1% de lo que el país produce por año. ¿Vamos a seguir permitiendo que ganen unos pocos políticos en detrimento de millones y de los valores que nos hicieron grandes como Nación?

Esta propuesta, cada vez más compartida por otros sectores de la oposición, no es un proyecto de ley más. Implica una definición muy profunda como sociedad. Es nada menos que el intento de revertir décadas de indiferencia frente a la pobreza y exclusión creciente de amplios sectores, que nos alejaron más y más de los sueños de nuestros abuelos. Sueños de un país con oportunidades para todos. Con esperanzas de un futuro mejor. Hay muchas razones para discutir, complementar, consensuar y mejorar este proyecto. Pero ninguna que pueda defender dignamente que al país no le hace falta discutirlo.

(*) El autor es economista y diputado electo por la Coalición Cívica en la Ciudad Autonóma de Buenos Aires

viernes, 3 de julio de 2009

Más rápida que un bombero, la Cremer huyó del bloque K en diputados


Parece que la realidad muchas veces supera a la ficción. Y que hay enseñanzas que son transmitidas de padre a hijo, pero también de esposo a esposa (o viceversa). Y no me refiero únicamente a Nestor y Cristina. En este caso estamos hablando de otra Cristina: la Sra. Cremer de Busti, más rápida que un bombero (y que su marido para ubicarse en el mejor lugar de la tribuna) anunció a solo cuatro días de resultar reelecta y derrotada en las elecciones legislativas en Entre Ríos que ella junto con los diputados Zavallo y Petit abandonan el bloque del Frente para la Victoria para pasar a formar parte de un nuevo espacio llamado Entre Ríos Federal, a modo de acompañar el proceso iniciado con la fuga de Reutemann del bloque K en Senadores para formar su analogo santafesino, es decir, Santa Fe Federal.

Obvio, su alejamiento de la bancada no está directamente relacionado con la derrota en las urnas, ya que fue madurando a partir del conflicto del Gobierno con el campo por las retenciones móviles. Pero igual, por las dudas, no vaya a ser que ella y su marido (eternos nazarenos entrerrianos... porque vuelven facilmente de la muerte!) queden pegados a la caída catástrofica de los K y no puedan seguir viviendo del erario público por unos 10 años más!

Por las dudas, su marido, para no desentonar, ya ha aumentado el tono de sus críticas a Kirchner pidiendo elecciones internas en el interior del Partido Justicialista "a ver si de una vez por todas dejan de figurar los muertos y los desaparecidos, y hacemos un padrón en serio!" (si, eso dijo acá http://www.lapoliticaonline.com/noticias/val/58495/de-narvaez-dice-que-hay-que-reordenar-el-pj-y-busti-pide-internas.html). Y por las dudas, como para que nunca hayamos dudado de su nobleza, agrega "Hay que ser peronista, en las buenas y en las malas".

En fin, la telenovela peronista continuará en nuestra provincia y en el país, pero veamos que dicen nuestros fans sobre los últimos sucesos...

JTOPOS: "jajajajajajajajajaja, VIVA LA LEALTAD PERONISTA. Estos con tal de no perder el curro son capaces de ponerse una boina blanca... SON MUY POCO SERIOS. JAJAJAJAJAJAJAJA"

Walterius: "Cremer de Busti, hubieras esperado unos dias para irte, asi no es tan evidente las ratas que son los peronistas, ahora huyen, que dice Papá busti, ¿al lado de quien nos enfilamos?...son una lacra, el peronismo es eso, la traición permanente. Será por eso que siempre traicionan al pueblo."

DIEGOMAN: "¡¡¡ COMO SE LA JUEGA ESTA GENTE !!! ahora es muy facil irse, es de oportunistas. BUSTI VELETA !!!!"

QUEPASO: "PATETICO!!!! pobre gente la q los voto en 4 dias se dieron vuelta como un tortilla jajaja"

(comentarios extraídos de http://www.elonce.com/secciones/politicas/142009-cremer-de-busti-formaliza-su-salida-del-frente-para-la-victoria-y-encabeza-la-fuga-k-en-diputados.htm)

jueves, 2 de julio de 2009

"Compañero" (porque los días más felices fueron siempre peronistas!)

Se que ya termino la campaña, pero esta canción es incomensurable y no tiene desperdicio! Es demasiado fuerte! Jaja



PD/Impresionante la comparación entre Kirchner / Cristina y Perón / Evita jaja

viernes, 26 de junio de 2009

Encuestas y especulaciones de café

En un artículo publicado en Página Política en los últimos días, se explica detalladamente la estrategia de Busti para evitar que el Acuerdo Cívico y Social gane las elecciones y se quede con tres bancas; estrategia que, dicho sea de paso, es admitida por los bajos por los propios militantes del Partido Justicialista.

La incógnita es la siguiente: por qué razón el oficialismo busca despolarizar la elección –levantando al socialismo y a PRO- cuando con una polarización se aseguraría las tres bancas, aún ganando por poco al Acuerdo Cívico y Social.


Si la elección se polariza, el que gana llevaría 3 diputados y el segundo 2. Si, en cambio -como muestran los encuestadores que en la última década han trabajado para el justicialismo- aparece un tercero en disputa, todo se complica.


De hecho, esa es la conclusión central de los primeros pronósticos más generales que dieron a conocer las encuestadoras de Robustelli y Remedi: hoy el PJ estaría reteniendo sólo 2 de las 3 bancas que pone en juego. Esto es así porque aparece una tercera fuerza –para una encuesta el Partido Socialista, para la otra Unión Pro- que le sacaría una banca.


Para abonar la hipótesis conspirativa de los radicales, los primeros números redondos de las encuestas coinciden con lo que había anticipado hace dos semanas el ex gobernador Jorge Busti.


¿Por qué sirve al PJ levantar a socialistas y macristas? Porque ambas fuerzas le restan votos al Acuerdo, unos por izquierda, otros por derecha. Instalar la idea de que puede entrar un diputado de PRO o del Partido Socialista despolariza.


¿Por qué sirve al PJ instalar la idea de que se despolariza la elección? Para limitar el voto útil, el voto castigo a Kirchner o a Urribarri o a Halle. La idea de que los 10 puntos de diferencia que, según las encuestas saca el PJ al Acuerdo, son indescontables y alienta el voto por convicción.


Con más razón si se estimula la posibilidad de que pueda entrar un diputado opositor, por izquierda o por derecha. Es una alternativa para el elector anti K: si no le gustan las 35 mil hectáreas de Atilio Benedetti, o el perfil poco democrático de Jorge Chemes, o la cara de Hilma Ré, ahí tiene la oportunidad de votar a un socialista o a un macrista. Por izquierda o por derecha, su voto por convicción quizás hasta no se pierda y se traduzca en una banca opositora más.


¿Para qué sirve al PJ instalar la idea de que está perdiendo un diputado, que le están faltando algunos puntos para retener las tres bancas? Para incentivar a la militancia, para ponerle un objetivo a superar que no suponga una situación de debilidad: no se pone en dudas la posibilidad de una victoria, lo que se plantea es ganar por más diferencia.



En suma, café de por medio, la teoría de las encuestas como parte de una estrategia electoral alienta los ánimos de algunos radicales que se ilusionan con las chances de Benedetti. Sin embargo, no se atreven a dar a conocer sus propios sondeos.


Pablo Bizai
De la Redacción de Página Política

domingo, 21 de junio de 2009

Spot del Acuerdo Cívico y Social "Asumí"



Prat Gay + Gil Lavedra + Carrió

sábado, 20 de junio de 2009

Otra vez la misma película. Otra vez la interna peronista

Alfonso Prat-Gay: "Aerolíneas debe ser estatal"


El candidato del Acuerdo Cívico y Social se metió en la pelea entre el kirchnerismo y el PRO y cruzó a Macri. Afirmó que sería "un error volver atrás" reprivatizando la empresa y sostuvo que el jefe de Gobierno busca desviar la atención "de las promesas que no cumplió".

Rezagados en la recta final

Crece la tensión interna en el PROperonismo y el Acuerdo Cívico y Social ante el cierre de la campaña. ¿Estarán todos en la última foto?

Los cierres de campaña del PROperonismo y el Acuerdo Cívico y Social (ACyS) –en Capital y provincia de Buenos Aires– estarán marcados por el mismo rasgo distintivo: en ambos casos quedarán expuestas las fisuras internas de los espacios que aspiran a liderar la oposición en el Congreso Nacional.

El sector que encabezan Francisco de Narváez y Mauricio Macri apuntará a finalizar su campaña proselitista sin exponer demasiado a Felipe Solá, tema por el cual todavía no se pudieron poner de acuerdo respecto de hacer un acto de cierre conjunto Capital Federal y provincia.

El espacio que lidera Elisa Carrió llegará al 28 sin lograr la foto con el vicepresidente Julio Cobos junto a los máximos referentes del espacio. La estrategia elegida por el ACyS, que buscará darle pelea a Néstor Kirchner en la provincia de Buenos Aires, implicará una gira que pasará por el conurbano bonaerense, Las Flores, Junín, Necochea y Mar del Plata, entre otros lugares, cuya principal consigna será apuntalar la idea de que después de las elecciones el PJ se reunificará. Pero esa gira dejará dudas.

El lunes, en Junín, podrán verse algunas de las heridas abiertas dentro del ACyS. Cuando Margarita Stolbizer, Ricardo Alfonsín y Mario Barbieri arriben al territorio comandado por el intendente cobista Mario Meoni, no habrá recibimiento oficial. Es que Meoni no puede ocultar su enojo por el hecho de que le bajaran las listas colectoras en las que postulaba a sus propios candidatos a concejales. Ese enojo hizo que Carrió no dudara a la hora de decidir quedarse en Capital, aunque sí irá a otros destinos como Mar del Plata.

Cobos está jugando su propio partido. Luego de que sus aliados lo criticaran por sacarse fotos con De Narváez y no hacer campaña con radicales y lilitos, se instaló en Mendoza, donde apuntalará a sus candidatos y a sus propios sueños de ser presidente en 2011. De esta forma quedará abortada la intención de Carrió de que Cobos haga campaña con los candidatos del Acuerdo Cívico y Social, aunque la semana que viene el vicepresidente se abrazará con Ricardo Alfonsín.

El ACyS cerrará su campaña proselitista el jueves con un acto en el auditorio Buenos Aires, en Recoleta, que encabezarán Elisa Carrió y Gerardo Morales junto a los candidatos que el espacio llevará en la provincia de Buenos Aires y en la Ciudad.

El PROperonismo, por otro lado, enfrentará problemas similares. Mientras que la campaña en el interior de la provincia cerrará hoy con un acto en Tandil que encabezarán Macri, De Narváez y Felipe Solá, queda por definir qué sucederá en el conurbano y en la ciudad de Buenos Aires.

Sucede que a medida que uno se acerca a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, las voces que se alzan contra el protagonismo de Solá y de su apego a las tradiciones peronistas se oyen con más fuerza. Por eso, una de las estrategias de campaña fue separar lo más posible a la primera candidata a diputada nacional y ex vicejefa de gobierno, Gabriela Michetti, del peronismo bonaerense.

Esta dicotomía permanente entre PRO y peronismo hizo que se cayera la idea de hacer un cierre de campaña el jueves en el Luna Park, tal como lo hará Kirchner el lunes. “No se imaginen un cierre con bombos peronistas”, aseguró a este diario una fuente cercana a De Narváez. Al cierre de esta edición, los operadores del PROperonismo decidían entre dos posibilidades: hacer cierres simultáneos en provincia y Capital o protagonizar una foto con los principales candidatos juntos en ambos terrenos.

Así las cosas, las principales fuerzas de oposición se enfrentan a una semana que dejará no pocos heridos.

Fuente: Crítica Digital

Deseperado, Kirchner apuesta al "abrazo del oso" frente a De Narváez

A siete días del 28 de junio, los pronósticos electorales comienzan a volverse cautelosos: hasta las enloquecidas brújulas de los encuestadores cautivos de la demanda oficialista parecen normalizarse, apuntan a resultados plausibles amparados, en todo caso, por el bendito “error muestral”. Ya no se escuchan vaticinios como el de Artemio López, que Horacio Verbitsky difundia el 12 de abril en su columna de Página 12: “Kirchner es imbatible en el conurbano”, ni otros que garantizaban al ex presidente,en el conjunto de la provincia, ventajas de entre 7 y 12 puntos (Zuleta Puceiro, Ibarómetro). Ahora todos coinciden en que “ha habido variaciones”, que vale la pena “observar con atención” esos cambios, porque, en fin, las chances del oficialismo y las del peronismo disidente que encarna la dupla Francisco De Narváez-Felipe Solá se han empardado, en un paisaje general de polarización.

Seguramente hoy, primer día del invierno, se difundirán varias nuevas encuestas y allí se confirmará ese diagnóstico: paridad entre el oficialismo y Unión-Pro, basada tanto en una leve caída de Kirchner como en un ascenso de De Narváez, que tiende a concentrar la mayoría del voto opositor, a expensas, en primer lugar, del panradicalismo que en territorio bonaerense encabeza Margarita Stolbizer. Artemio López anticipa los efectos de manera críptica, tal vez para no ofender más a sus amigos del oficialismo: “La clave es la evolución del Acuerdo Cívico que hoy mide 20 por ciento. Si crece o se estanca, la ventaja del FPV es consistente. Si cae, el escenario es indecidible”. ¡¿Lo qué?!

Otro analista lo expone más clarito: “Un dato relevante que sabrán interpretar en Olivos será el porcentaje que recoja la boleta de Margarita Stolbizer: si se encoge por debajo del 20 por ciento, Kirchner sabrá anticipadamente que él es la segunda víctima de ese achicamiento, porque los votos opositores que emigran de Stolbizer aterrizan en la boleta de Unión-Pro”.

Seguramente para abortar ese proceso el gobierno ensaya desde el viernes en distrito bonaerense la clásica táctica del abrazo del oso: Aníbal Fernández, Carlos Kunkel y Florencio Randazzo, los tres mosqueteros más obedientes con que cuenta Néstor Kirchner, se lanzaron a insinuar que a partir del lunes 29 el kirchnerismo y la disidencia peronista “se reunificarán” y tratarán alrededor de una mesa sus “asuntos de familia”. El Señor de Olivos y sus lenguaraces saben como nadie que ante el electorado independiente pocas cosas son más –usando un término de Juan Perón- “piantavotos” que las relaciones con el oficialismo, de modo que procuran impregnar con ese fluido a sus adversarios de la disidencia peronista para darle una mano a Stolbizer, que a esta altura se ha vuelto el irónico modo como Kirchner cree poder ayudarse a sí mismo.

El ejemplo de Binner iluminó a Kirchner

En rigor, a Kirchner se le ocurrió esa maniobra cuando registró el éxito que empezó a darle ese argumento a los socialistas santafesinos de Hermes Binner. Carlos Reutemann venía punteando cómodo en las encuestas hasta que el gobernador Binner intervino en la campaña para sostener a su candidato, Rubén Giustiniani. Lo hizo atacando a Reutemann por su pasada gestión en la provincia y, sobre todo, deslizando la idea de que existe un pacto clandestino entre el Lole y el oficialismo nacional. A partir de allí, Giustiniani empezó a descontar diferencias y hoy algunas encuestas hasta lo imaginan ganador.

Kirchner ya da por perdida la provincia de Santa Fé (como Córdoba, Capital y Mendoza), pero que los socialistas le ganaran a Reutemann lo haría extremadamente feliz. Reutemann está dispuesto a dedicar todo el último tramo de la campaña a remarcar inequívocamente que no hay reconciliación posible entre él y los Kirchner. Sabe que la energía que ponga en esa diferenciación es la clave de su posible triunfo.

Aún mayor satisfacción que ver derrotado a Reutemann sería para Kirchner conseguir que la Coalición Cívica alcance más del 20 por ciento de los votos el domingo próximo: eso le daría réditos directos.

Si bien se mira, Elisa Carrió y muchos de los candidatos cívicos bonaerenses se cansaron de asegurar que “Kirchner y los peronistas disidentes son lo mismo”. A diferencia de Santa Fé, donde el liderazgo socialista consiguió darle cierta credibilidad a ese argumento, en el distrito bonaerense ese razonamiento no resultó verosímil. Ahora, el kirchnerismo, con declaraciones de tres de sus funcionarios peor mirados, procura ofrecerle algunos flecos de plausibilidad: habrá que ver si consigue llegar más allá de las mentalidades conspirativas. “Con el kirchnerismo no vamos ni hasta la esquina”, se encargó de aclarar De Narváez, por si acaso.

No es lo mismo intención que votación

Se espera que la consultora Poliarquía, que fue la primera de las mayores en revelar el escenario de polarización (y la primera que le concedió a De Narváez el primer puesto en Buenos Aires), revele el primer domingo del invierno su nuevo estudio: seguramente habrá menos indecisos que en su registro anterior, probablemente confirmará las tendencias que dio a conocer una quincena atrás. No es una hipótesis peregrina, cuando todas las consultoras que daban ganador a Kirchner admiten ahora que la tendencia se invirtió.

Quizás para palpitar los resultados del 28 haya que mirar un poco más hondo: las elecciones difieren de las encuestas en varios aspectos. El principal, los comicios se asientan en organizaciones políticas. Otro: para votar en la elección es necesario ir al recinto de votación, lo que requiere una voluntad y una decisión. Las mismas encuestas revelan que hay sectores signitificativos que dudan a esta altura si votarán o se quedarán en su casa.

En este punto, De Narváez parece más vulnerable que el oficialismo, ya que las encuestas que estudian esos comportamientos indican que los más propensos a no votar se encuentran en las franjas de edad más jóvenes (18 a 25 años; menores de 40), que son justamente los segmentos generacionales en los que Unión-Pro consigue los mayores respaldos. De Narváez tiene que luchar tanto contra la dispersión del voto opositor, como contra el descreimiento que alimenta el escepticismo y la no participación electoral.

Luego está el fantasma de las maniobras ilegales: “La incidencia del fraude puede estar en el orden de los 4 puntos”, dicen los especialistas. De allí la necesidad de superar ese margen. “Tenemos que llegar a seis puntos de ventaja para que no nos puedan ganar ni haciendo fraude”, le confiaron al diario Clarín asesores de De Narváez que, según sus propias encuestas, se consideran –una semana antes del 28- ganando por 3,7 puntos.

El domingo 28 habrá pasado el momento de las encuestas. Será el tiempo de las urnas, la hora de la verdad. A partir de allí, empieza otro ciclo.

Un domingo negro para Néstor Kirchner

Poliarquía, Managment & Fit y hasta el diario Perfil, analizan difundir mañana sondeos que confirman la existencia de un empata entre Néstor Kirchner y Francisco de Narváez, con una agravante para el ex presidente: la mayoría de los indecisos se estrían volcando hacia el empresario. El riesgo Teherán y porqué Kirchner se equivocó.

Ya casi resulta imposible encontrar algún oficialista entusiasmado. Todos los sondeos serios hablan de un virtual empate entre Néstor Kirchner y Francisco de Narváez, cuando no directamente de una victoria del empresario.

Mañana Poliarquía podría publicar en tapa de La Nación otra de sus encuestas exclusivas para ese diario, que en este caso, ampliaría la ventaja a favor de Francisco de Narváez casi a cinco puntos. En tanto que Clarín avanzaría con un trabajo de Managment & Fit que revela un empate técnico, ubicando al ex presidente apenas unas décimas por encima del empresario.

También se habla de un extenso trabajo del diario Perfil que revelaría que De Narváez está entre dos y tres puntos por sobre Kirchner. Se tratan de versiones que mañana se dilucidarán, pero que no dejan de abonar una misma tendencia: Kirchner está estancado y De Narváez crece.

Pero no es este el dato que más preocupa a la Casa Rosada, sino la proyección de los indecisos que, según sostienen los trabajos de numerosos encuestadores –incluso los que trabajan para la Casa Rosada-, estarían inclinándose mayoritariamente en contra de Néstor Kirchner.

El otro dato que ya parece irreversible, es la polarización de la elección, hecho político que destroza la estrategia inicial del kirchnerismo que apostaba a una elección de tres tercios, en la que el oficialismo hiciera pesar el aparato del PJ bonaerense para descontar una diferencia grande.

Finalmente, todo indica que está prevaleciendo el “voto útil” en favor del empresario, para martirio del Encuentro Cívico y Social de Margarita Stolbizer y Ricardo Alfonsín.


El riego Teherán y una estrategia equivocada

Esta paridad, de mantenerse no presagia un 28 a la noche tranquilo. En cualquier desenlace de paridad, ya sea que Kirchner se imponga por un par de puntos; o que sea De Narváez quien triunfe por un porcentaje módico; no resulta descabellado imaginar que el bando perdidoso denuncia fraude.

Sectores kirchneristas ya anunciaron movilizaciones a TN y Plaza de Mayo para “garantizar el triunfo”, como anticipó La Política Online. Y la propia convocatoria ya anticipa el discurso, si pierden seguramente se mencionará una gran conspiración de Clarín, los grupos de medios concentrados, Techint y porque no, hasta el Departamento de Estado.

Del otro lado, no hay que esforzarse en buscar la lectura: el propio De Narváez está hablando de la posibilidad real de guarde y pide estirar la ventaja al menos 6 puntos para neutralizarlo.

Como sea, lo que el escenario deja en claro es que fue pésima la estrategia electoral de Néstor Kirchner. Se equivocó en su candidatura que ahora ente una posible derrota generará un gran costo al gobierno de su mujer. Error que profundizó al convertir en un “plebiscito” sobre la gestión una simple elección parlamentaria de medio término. Y que terminó de embarrar con las famosas “testimoniales” que no aportaron otra cosa que ruido y amenazan con incinerar el capital político del sucesor mejor planteado que tenía el kirchnerismo: Daniel Scioli.